Chávarri, un profe un iPad. En este caso, ha mezclado la educación con
un exitoso programa de televisión, MasterChef Junior, y el resultado
es bastante sabroso.
Aina, escriba un comentario a su entrada, por tanto y según nos ha dicho el autor lo publicamos completo y con los comentarios incluidos ¡Enhorabuena!
Aprender a aprender de los niños de MasterChef
Hace un par de días se emitió la final de la segunda temporada de MastercherChef Junior. Como ya conté hace unos meses en otra entrada, soy aficionado a la cocina y sigo con interés ese programa de televisión. Durante esta edición decidí verlo desde la óptica de un profe.
En concreto, durante la final intenté descubrir alguna relación entre ese talent show y las tan famosas competencias. Como las competencias son muchas, me centré en una: aprender a aprender. Y me quedé asombrado de todos los ingredientes que los finalistas pusieron en su receta sobre cómo aprender.
Teresa, conocimiento y pasión
De los cuatro finalistas podemos aprender a aprender. Teresa tenía muchos conocimientos teóricos, conceptos de cómo aprender a elaborar nuevos platos. Pero la principal característica de Teresa era la pasión. Y la pasión le llevó a centrarse solamente en su aprendizaje gastronómico. Ella solo estaba en MasterChef Junior para cocinar, todo lo demás le daba igual. Teresa es pasión, una pasión desbordada, que se convierte en maremoto, que ralla el histerismo, pero que le llevó a ser repescada y llegar a la final.
Ojalá despertemos en nuestros alumnos y en nuestros jóvenes la pasión de Teresa por cosas que merezcan la pena.
Martina, organización y autoestima
Martina, al conocimiento de las recetas, le añadía la capacidad de trabajar limpio, virtud que tanto se agradece en la cocina y en el aula, y de organizarse de forma muy ordenada. Daba gusto ver cómo optimizaba el tiempo y los recursos que tenía durante el reto final.
Además, Martina evolucionó mucho en seguridad en sí misma a lo largo del programa. Al principio, las críticas de los jueces le hundían pero, poco a poco, comenzó a asumirlas hasta que le llevaron a aprender. Aprendió a aprender.
Aina, compañerismo y sencillez
Aina era mi concursante favorita, y creo que la de media España. Es la preadolescente que todas las madres quieren como hija. Pero, centrándonos en la competencia de aprender a aprender, ¿qué nos puede enseñar esta niña? En mi opinión, Teresa aporta conocimientos, Martina sube un escalón y llega a las habilidades, y Aina llega a la cima al mostrarnos actitudes. Dos actitudes de vital importancia, que le permiten aprender de una forma más perfecta, no meramente técnica: el compañerismo y la sencillez.
Aina siempre ha demostrado que por encima de la competición estaba la amistad, incluso en la final. Es muy refrescante, en un mundo cada vez más dominado por la competitividad y los rankings, ver esa actitud en una niña que está luchando por su momento de gloria.
La otra actitud de Aina me resulta más interesante aún si cabe. Su sencillez al recibir las críticas o las alabanzas de los jueces o compañeros es, en mi opinión, lo que hace que pueda aspirar a aprender más sin quedarse enganchada en la vanidad o en la presunción.
Manuel, ganas de aprender y creatividad
Manuel fue justísimo vencedor de MasterChef Junior, en mi opinión. Todos los finalistas tenían algo que los profesores echamos a veces en falta, y son las ganas de aprender. En Manuel yo las notaba especialmente, por la concentración que ponía al elaborar sus menús, por la intensidad con la que escuchaba a los chefs invitados y por la alegría que transmitía cuando los jueces le enseñaban algo nuevo.
Pero además de eso, Manuel tenía un plus, que estoy convencido que fue lo que le convirtió en ganador: la creatividad. Desde su hamburguesa de pescado hasta su postre de canalón de calabaza relleno de chocolate blanco, pasando por sus emplatados, todo era creatividad. Y en MasterChef hicieron algo muy importante. No le frenaron, no le dijeron que era un niño y no podía hacer esas cosas, sino que le fomentaron esa creatividad. ¡Cuántas veces me he acordado yo viendo el programa de la famosa conferencia de Ken Robinson hablando de que “la escuela mata la creatividad”! Y así, Manuel aprendió a aprender. Él tenía la creatividad dentro. En MasterChef le permitieron sacarla y que aprendiera usándola. Y vaya si aprendió.
Una última reflexión. Todos los concursantes lo han pasado mal. Todos han tenido momentos malos, de tensión. Todos han llorado. Pero todos volverían encantados a MasterChef. Quizá es porque han aprendido. Porque han aprendido a aprender.
9 commentsEntrada antiguaMaría, estoy completamente de acuerdo en que, cuando conseguimos motivar a nuestros alumnos, aprenden mucho más y de manera significativa. A ver si llegamos a ser los Pepe, Jordi y Samantha de las aulas…
Un saludo Crack!!!!!
Si nuestro perfil de docentes es este, encontraremos en cada uno de nuestros alumnos: el conocimiento y pasión de Teresa, la organización y autoestima de Martina, el compañerismo y la sencillez de Aina y las ganas de aprender y la creatividad de Manuel. Alumnos que aprenden a aprender.
Y además es genial ver cómo encuentras la relación entre las competencias, que están tan de moda, que son algo «aparentemente» del colegio y que demuestras que están en las circunstancias más comunes de cada día.
Te diré que si pudiera participaría en MasterChef cada año. Ha sido una experiencia increible y que nunca podré olvidar.
Todos hemos aprendido un montón. Hemos conocido a grandes chefs, nos han dado clases de cocina los mejores de cada especialidad, hemos viajado, y hemos conocido cómo es un programa de televisión desde dentro.
También hemos tenido la suerte de que había muy buen rollo entre los compañeros, y me he llevado a unos amigos para siempre, aunque vivamos lejos.
A mi me gusta aprender en todo lo que hago, tanto en la escuela como en los deportes o aficiones que practico. Mis amigos saben que no soporto ir a pasar el rato.
Has acertado bastante en cómo somos, pero piensa que sólo enseñan una pequeña parte de todo lo que tienen grabado (cada programa era una semana de grabación) y muchas cosas no se han visto, buenas y malas de todos. Pero supongo que lo han hecho para que lo viera más gente.
Un beso!! Aina
«Todos hemos aprendido un montón…» «A mí me gusta aprender en todo lo que hago, tanto en la escuela como en los deportes o aficiones que practico» Me quedo con esas dos frases. Intentaré que haya más jóvenes que piensen igual.
Una vez más, gracias! Y hasta siempre
Siendo sincera debo decir que no pensé que tu magnífico proyecto bloguero siguiera adelante pero veo con asombro y admiración que lo estás consiguiendo, con un trabajo formidable dentro y fuera del aula. La constancia, el esfuerzo y el tesón siempre tienen recompensa. Enhorabuena por tu entrada y a seguir aprendiendo!
Si a tu análisis le añadimos lo que ha comentado Alina podríamos sacar otra conclusión. En dicho programa se han grabado miles de horas y sólo han salido a la luz probablemente un 20%. En lugar de sacar todos los momentos malos, que seguro que los ha habido en cuento a grescas del concurso, han sacado los más positivos y que hacen que el programa funcione por su emotividad y por presentar valores en un reality show que no se suelen mostrar de normal.
Con esto quiero decir, que a los que hay que educar también sería a los medios de comunicación en intentar enseñar lo bueno que hay en la sociedad y no sacar tanto los puntos negativos. Mostrar esos valores que se cogen desde pequeños tanto en la educación escolar como en casa. Un niño hace lo que ve…..
Valores como el compañerismo o la lealtad son como algo perdido en la sociedad y que a través de los medios de comunicación y redes sociales habría que dar a conocer más. Hoy en día la tecnología es el arma más poderosa para la comunicación, bien usada de manera educativa sería un gran avance para los centros escolares, hay que enseñar a manejarlas de un modo correcto; pero si se le da un mal uso podemos hacer mucho daño.
Un saludo,